domingo, 27 de marzo de 2016

Un Mundo Feliz (1932) // Aldous Huxley

"Uno cree las cosas porque ha sido acondicionado para creerlas. Inventar malas razones para lo que se cree por otras malas razones: tal es la filosofía. La gente cree en Dios porque ha sido acondicionada para creer en Dios" (pág. 194)

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En esta sociedad futurista, todos los niños son concebidos en probetas. Ellos son genéticamente condicionados para pertenecer a una de las 5 categorías de población. De la más inteligente a la más estupida: les Alpha (la élite), los Betas (los ejecutantes), los Gammas (los empleados subalternos), los Deltas y los Epsilones (destinados a trabajos arduos). "El mundo feliz" describe también lo que seria una dictadura perfecta que tendría la apariencia de una democracia, una cárcel sin muros en el cual los prisioneros no sonarían en evadirse. Un sistema de esclavitud donde, gracias al sistema de consumo y el entretenimiento, los esclavos "tendrían el amor de su servitud". (Lecturalia)

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Me parece increíble que Huxley haya escrito esta novela en 1932 y que el día de hoy (2016) aun no sea del todo posible lo que plantea, pero sí en parte; comenzando por las modificaciones genéticas que ya se pueden hacer a los seres vivos.

Imaginar un mundo en el que todos son felices, no hay pobreza, hambre, desempleo, enfermedades, guerras ni conflictos; es un sueño para muchos, pero ¿a qué costo tendríamos todo eso? Para Huxley, es dejar atrás los conceptos de individualismo, familia, padres, pareja, libre albedrío, ciencia, conocimiento, verdad...

Es un mundo donde eres feliz, no porque realmente lo seas, sino porque desde tu nacimiento te programan para serlo, para aceptar quien eres, tu naturaleza, tus capacidades, tu trabajo, tus gustos, y si por alguna razón te sientes inconforme, triste, enojado, siempre puedes tomar soma, "Un centímetro cúbico cura diez pasiones" (pag. 49).

Te deja mucho qué pensar, sobre todo en una parte donde uno de los personajes explica muy convincentemente por qué prefiere este mundo al anterior, ya que él era de los pocos que había vivido antes del "mundo feliz". Parece un mundo perfecto en el que todo funciona como debe funcionar, pero al final nos muestra que hay errores, consecuentes a la programación a la que están condicionados los habitantes de esta utopía.

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Huxley, A. (2004). Un mundo feliz. (2da ed.).México: Editores Mexicanos Unidos.

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